Adam había muerto para sus amigos, así que lo único que podían hacer era continuar su búsqueda…

Siguiendo el sendero, lograron llegar a la salida del bosque. Pero era la misma por donde entraron. El bosque era un círculo; la única entrada era la misma salida.

Cansados de intentar una y otra vez, visualizaron al otro lado un monte de rocas.

  • Lo único que restaba por hacer era tomar el camino de roca. – Dice Felipe al grupo.

El sendero a medida que avanzaban se tornaba oscuro, las plantas desaparecen, solo se veían columnas de roca y unas extrañas raíces de piedra. Aunque eran un fuerte equipo de tres personas, esto podría no ser suficiente para lo que estaba por acontecer.

Después de aproximadamente 10 minutos de caminar, decidieron tomar todos un descanso, no habían dormido en algunos días y lo mejor era hacer tiempo.

  • Yo me quedaré cuidando, no necesito dormir, ustedes sí… – Dice Diana mientras se para a vigilar el horizonte.
  • Pero Diana… como el caballero que soy… – Dice Felipe algo preocupado.
  • No discutas. Ustedes no pueden con una legión si llegara a aparecer… Duerman. – Contesta Diana.
  • Creo que es lo mejor Felipe… – Dice Sebastián dirigiéndose al caballero.

Al rato, ellos quedaron dormidos mientras Diana vigilaba. De los arbustos de roca salió una sombra grande que lanzó un fuerte golpe contra Diana. Una ráfaga de viento contrarresta el ataque causando que el gran hombre que lanzó el ataque cayera.

  • Humanos… Un momento… ¿Una elfa con ellos? ¿Porque estás con ellos? No son de fiar… – Dice el hombre de los arbustos.
  • ¿Quién eres tú para juzgar a los de tu raza?- Responde Diana.
  • Soy Pablo, un guardabosque. Ando en búsqueda de respuestas del por qué mi bosque está contra mí. Aún no lo entiendo… Pero tú, con tu sabiduría, ¿y andas con personas como ellos?
  • No puedes juzgar a toda una raza sino hasta conocerla completamente. Además, no todos son malos…
  • Eso crees tú. Espera que les des la espalda y te traicionan… Como mis padres al abandonarme en el bosque. Al menos los elfos se encargaron de mí…
  • Ellos han de tener buenas razones. En tu camino podrías encontrar respuestas… ¿A dónde te diriges?
  • Hacia el norte. Dicen que los pocos elfos sobrevivientes en estos tiempos se ocultan por las montañas de Mithril…
  • Tu camino se cruza con el nuestro… podrías venir con nosotros
  • No puedo confiar en un humano… Así que seguiré mi camino. Gracias por la oferta… – Dice Pablo mientras se dirige al grupo, un grupo de elfos con humanos.

Diciendo esto, Pablo se marchó en la densa oscuridad de la noche…

Al otro día, se levantaron Sebastián y Felipe para ver como Diana dormía un poco, así que esperaron su despertar para continuar su camino, después de todo ella también estaba cansada y los había cuidado durante toda la noche… Al despertar, se avergonzó de que vieran que también durmió, y continúo sin decir una palabra…

Adelante estaba Pablo, pero los demás no lo conocían. El guardabosque se encontraba enredado en una de las ramas de roca del sendero. Su cuerpo estaba a medio cubrir y las ramas se extendían por todo su cuerpo a punto de cubrir su rostro y asfixiarlo. Felipe dio un salto e intentó cortar las ramas con su espada… pero no funcionó. Diana le hizo una seña al caballero para que le mostrara su espada y conjura un hechizo en ella, era un poder de roca, lo que dio más fuerza al golpe, permitiendo liberar a Pablo… Sin decir una palabra, el guardabosque continúa su camino…

  • Al menos di Gracias… – Le grita Felipe al verlo marcharse, pero antes de que lo perdieron de vista aparecen Tobías, Adam, Andrea y Diego frente a los ojos de todos… De un golpe, Diego tira a Pablo junto a los otros mientras los demás se sorprenden al ver vivo a Adam…

La mirada de Adam estaba perdida como si su alma estuviera atrapada, lejos de su cuerpo…

  • Ahora, demuestra tu lealtad y mátalos… – Dice Andrea al ninja hechizado.

Adam se lanzó sobre ellos a atacar… no podían más que esquivar… Hasta Pablo lo conocía y no se sentía bien al luchar con él en desigualdad de condiciones

En la distancia sale un rayo de energía que golpea a Adam y lo derriba, haciéndolo reaccionar. Diana había lanzado un conjuro de bajo nivel pero suficientemente fuerte para despertarlo.

  • Rayos… el idiota ese estaba muy herido… al menos esperemos librarnos de él… Vamos… - Dice Tobías para luego marcharse con Andrea y Diego dejando al malherido ninja…

Adam no se veía en muy buen estado. No despertaba después del golpe, y la capacidad curativa de Sebastián no era suficiente, no surtía efecto, Seguía sin despertar… De pronto todos sintieron una cálida energía que se acercaba… Un rayo de luz se posó sobre Adam y este empezó a reaccionar…

  • ¿Qué pasó? – pregunta Adam mientras se soba la cabeza y se levanta de su profundo sueño…
  • No importa ya, ahora estás con nosotros… – Dice Diana con lágrimas en los ojos…
  • Creo que intenté atacarlos… ¿O fue un sueño?
  • Olvídalo… ahora debemos continuar… – Para sorpresa de todos, Pablo dice esto a Adam.
  • Yo estaba muy herido, ¿qué sucedió? – Pregunta Adam sorprendido al observar su cuerpo en perfecto estado.
  • Algo o alguien te curo… Aún no sabemos. Lo importante es que estamos de nuevo juntos… – Dice Sebastián.
  • Pablo… ¿Por qué no vienes con nosotros? Este mundo es peligroso para que andes solo – Dice Felipe al guardabosque.
  • Está bien… No confío completamente en ustedes, humanos… Pero hay cosas que debo entender… – Contesta Pablo con esa mirada fría que lo caracterizaba al tratar con humanos.

Todos continuaron su camino… Pero la sombra de una mujer los vigilaba… Esa misma sombra fue la que logró recuperar a Adam… ¿Por qué lo hizo?