• Demonios… Ya lo notó, ya viene…. ¡¡¡DIANA!!! ¡Toma la espada! – Dice Diego a Diana con una voz como si le preocupara la llegada de “alguien”.

Diciendo esto, Diego lanzó la espada que descansaba al lado de Adam a donde Diana se encontraba, y ella la recibe por el mango:

  • ¡No hay tiempo! ¡Vamos! – Dice Diego con un tono de voz algo desesperado.

  • Parece que nos traicionó el inútil ese… – Dice Tobías decepcionado.

  • Bueno, tú serás eliminada… Porque no hacemos esto divertido… - Andrea decía esto mientras miraba hacia donde estaba Ana

Andrea empieza a concentrarse, mientras el cuerpo de Adam se levanta y se dirige hacia Diana…

  • Pero… ¡¡¡VIVES!!!! – Exclama Diana.

Adam no se inmuto ante las palabras de Diana, se acercó a ella y la atacó… Diana logra esquivar su ataque, pero no entiende, qué demonios pasa… Adam ahora era un zombi… no había más duda al respecto…

  • Diana… Si en verdad quieres vivir, acaba con él… – Dice Andrea retando a Diana.
  • No puedo… no soy capaz… – Contesta Diana perpleja.

Diana permaneció inmóvil… Adam se acercó a ella, cuando de pronto se detuvo…

  • Que pasa… zombi estúpido – Le gritó Andrea al zombi del ninja.

Andrea se acercó a Adam y comenzó a gritarle para que acabara con Diana… Adam mira a Andrea y la agarra….

  • Pero…. Qué demonios haces… ¡Suéltame! – Comienza a gritar la maga negra a Adam cuando él comienza a ahorcarla.

Diana no entendía… Pero una voz dentro de ella escuchó: “Perdóname… por qué no puedo terminar el viaje contigo… ahora acaba con ella mientras puedo retenerla…”

Con lágrimas en los ojos, Diana se puso de pie, se concentró y un rayo de fuego cayó del cielo sobre Andrea y el cuerpo de Adam. Solo se vio la llama que los consumía. Al final, no quedó nada de ellos.

  • Perdóname por hacerte esto… – Decía Diana al ver las cenizas…
  • Diana… Vamos, no hay tiempo para preguntas, solo vamos – Gritó Diego…

Diana se puso de pie y se dirigió hacia Diego:

  • Sebastián… ¡Ahora! – Grita Ana al joven Paladín.

Ana tenía al demonio capturado en un hechizo de retención:

  • ¡Hasta nunca! – Grita Ana al demonio

Sebastián concentró todo su poder en su puño y logró golpear volviendo polvo al demonio. El poder de Sebastián había aumentado bastante en los últimos combates…

  • Bueno Ana… creo que es hora de ayudar a los demás…. – Dice Sebastián dirigiéndose a la chica.
  • Ok… – Responde Ana. Ana y Sebastián se dirigieron a dónde estaban Pablo y Felipe luchando contra Tobías…

  • Cómo es posible… – Exclama Felipe sorprendido.

El caballero había sido tumbado del caballo, Pablo en cambio, se encontraba peleando cuerpo a cuerpo contra Tobías, pero Pablo se encontraba gravemente lastimado mientras que Tobías en cambio parecía jugando con un niño…

  • Tú últimas palabras Pablo… – Dice Tobías al herido guardabosques.
  • No voy a morir… – Responde Pablo.
  • Ja, eso crees

El puño de Tobías comenzó a desprender energía y fue lanzado hacia Pablo…

  • ¡AGH! ¡Araña estúpida! – Grita Tobías al sentir como su golpe no llega hasta Pablo.

La araña que había acompañado a Pablo en el viaje, sale de la nada, saltó y murió al recibir el golpe, todo por salvar a su amigo…

  • No… La naturaleza no merece pagar las culpas de los humanos… ¡Maldito! – Grita el guardabosque con ira en sus palabras.

Pablo lanza un golpe certero a la cara de Tobías el cual lo derriba…

  • Ja ja ja, muy bien… esto se pone interesante… - Exclama el corrupto clérigo.

Sebastián y Ana llegan donde se encuentra Felipe:

  • ¿Cómo está la situación? – Pregunta Ana al caballero.
  • Bastante mal… Pablo está siendo derrotado por ese tipo… – Responde Felipe.

Sebastián corre hacia Pablo y decide ayudarle, pero Tobías lo quita del medio simplemente con agitar su mano…

Un tipo de túnica negra llega al lugar de la batalla:

  • Ya está aquí… ¡Todos! Váyanse… Yo me haré cargo de él, Diana tiene una misión, acompáñenla por favor… – Grita Diego ordenando el escape de los demás.

Sin entender muy bien, Felipe llama a su caballo y monta a Ana y a Diana en él…

  • Llévalas… yo iré tras de ti… – Dice el caballero a su fiel corcel antes de impulsarlo a correr.

El caballo sale corriendo con Ana y Diana en su lomo.

  • Váyanse… - Dice Sebastián mientras se pone de pie… – Yo me quedaré con Diego…

La determinación de Sebastián era tal que Pablo y Felipe corrieron tras ellas sin dudar y sin mirar atrás…

  • Así que primero me traicionas y luego piensas detenerme Diego… – Dice Tobías con un tono retador.
  • Por Adam… – Exclama Diego.

  • Quería ser un Paladín… Quería el poder… Pero ahora entiendo. El truco del paladín es entender que vino al mundo a proteger, dar la vida por lo que desea proteger. Si hay algo grande, ¡dame el poder de terminar con este tipo! – Exclama Sebastián mirando al cielo.
  • Sebastián…. no seas iluso… – Le dice Tobías al joven paladín.

Una tormenta de luz se desata en el cielo… Rayos de poder cruzan sobre el campo de batalla…

  • Si he de morir… ¡Que ha de ser como un paladín! – Exclama Sebastián.

Rayos se concentran sobre Tobías, cruzándose y creando un poder inmenso antes de caer sobre él…. El tiempo no fue suficiente ni siquiera para gritar; la luz se despliega por todo el lugar y los rayos caen por todas partes. Al final, no quedó nada….

Diana estaba en silencio, simplemente dirigía al caballo:

  • “Yo también… Siento que se haya ido…” – Dijo Ana sin recibir respuesta…

De pronto el caballo se detiene bruscamente…

  • ¡Ja ja ja! Creían que se habían librado de mí, ¿eh? ¿Feliz de verme Ana?

Era Nicolás… Con una sierra en la mano… Que impedía ahora el paso de nuevo… El monte de Mithril… estaba justo al frente…