Me encontraba camino al pueblo del norte, pensando en cómo han sido las cosas hasta el día de hoy, y viendo que todo si es mejor sin que me recuerden, después de todo, facilita mi existencia y mi desaparición es mis trabajos fallidos…

Adam era un ninja, de 18 años, que andaba solitario por donde lo llevara el destino… no le gustaba andar en grupo, todo por culpa de lo que había acontecido en su pasado, donde todos aún eran parte de su existir:

Era un guerrero, no tenía facultades, pero el siempre de algún modo lograba librarse de las más peligrosas misiones… pero sin cumplirlas y sin morir en el intento de ello. Inclusive en una ocasión, caminaba por un peñasco tratando de recoger una planta de mucho valor para un mercader… pero resbaló, cayó rodando hasta llegar sobre unas ramas, las cuales quebraron y lo tiraron sobre un oso que se dispuso a atacar cuando paso un león y comenzó a pelear con el oso por el alimento, en esa oportunidad escapó, pero sin conseguir lo que buscaba…

Todo lo que hacía era para poder impresionar a la mujer que quería… siempre se arriesgaba con el fin de demostrar lo valioso que era y lo valiente que podía ser, pero terminaba ridiculizado ante lo torpe que resultaba con las misiones que le encomendaban… Todo era bastante normal hasta esa noche…

Adam siempre cargaba su espada, era un ninja ahora, pero se distinguía por su manera de vestir: Unos zapatos que ayudaban a su movimiento ágil… un pantalón azul, una camiseta negra y un gabán negro… nada del tipo de un ninja común… y su espada, de forma delgada y alargada, con filo por un solo lado… esa espada que era su más preciado tesoro y el origen de su dolor también:

Una noche, donde Adam volvía de sus intentos de aventura, quiso visitar a la mujer de sus sueños, con el fin de mostrarle la roca que había encontrado: era roja intensa, parecía un rubí, pero tenía una forma tosca y fuerte, carrasposa, era imposible que fuera una piedra preciosa, pero si parecía tener algo misterioso que la hacía ver hermosa.

Cuando llegó donde ella le mostró la piedra… y si, le gusto bastante… Para sí mismo pensó: ¡Ja! Y yo que creía que nunca lograría impresionarla… Pero todo no podía ser perfecto… aparece un hombre con un traje negro, rostro completamente cubierto y una mirada helada… Sin preguntar toma la piedra que estaba en las manos de la joven y se intenta marchar… Adam, como novato e ingenuo que es se lanza sobre él intentando recuperarla, pero recibe un golpe en el estómago que lo deja tirado en el piso mientras el hombre de mirada fría se marchaba… La joven, ve lo importante que era la piedra y se para frente al hombre de apariencia sombría, evidentemente otro ninja, impidiendo su paso. El hombre torna su rostro con una leve sonrisa y salta por encima de la chica, cayendo justo detrás de ella, y continúa su camino. El hombre revisa su mano y la piedra ya no estaba, voltea para encontrar que Adam, en el piso, la tomó cuando se le abalanzó.

En un momento corrió rápidamente sobre él diciendo: “Muchacho insolente, esto te pasa por tomar lo que no es tuyo” y solo se ve un relámpago de luz mientras Adam cerraba los ojos esperando su castigo… Al no sentir nada los abre y descubre a la joven tirada a su lado sangrando y con una espada en su pecho… había muerto a manos de ese ninja…

Mientras se marchaba aquel ninja pronunció las palabras: “Alguien como tú sería una carga para el mundo, mejor será que te olviden” No entendió muy bien Adam lo que le quería decir ese hombre de mirada fría con esa frase, pero cuando pudo por fin moverse, llevó el cuerpo al bosque y lo enterró mientras pensaba que lo mejor era evitar que la gente se acercara a él, ya que siempre salían lastimados…

La espada, con la que murió la joven, es la misma que carga Adam ahora… Significa el odio y el amor que alguna vez sintió, y si, se convirtió en un ninja con el fin de acabar de la misma forma a quien mató a los suyos…

Cuando volvió del bosque la gente no lo recordaba… Y lo único que pensó él era que sería mejor así. Entonces camino para salir del pueblo, y escuchó a un anciano que mencionó: “El pueblo del norte es el pueblo olvidado, dicen que todos los que buscan respuestas deben ir allí, pues en ese lugar están todos los que han sido borrados del mapa…”

Pensando en lo que escuchó, decidió dirigirse allá, pues ese podría ser el lugar donde encontraría a este hombre y podría tener venganza por lo que le hicieron…

Han pasado dos semanas desde que sucedió esto… Adam cambió su aspecto y su objetivo de vida… Pero su habilidad era la misma, la única diferencia era que poseía ahora una espada que aún no sabía manejar…